La gente no cambia... hasta que la vida los rompe

¿Por qué cambiamos de verdad? Muchos creen que el cambio es una decisión consciente. Que uno se levanta un día y dice: “Voy a ser diferente”. Pero no es así. La mayoría de los seres humanos no cambia porque quiere… cambia porque ya no puede más. Cambiamos cuando la vida nos rompe. Cuando una experiencia nos desgarra por dentro y nos deja sin aire, sin suelo, sin rumbo. El quiebre: donde nace la transformación Puede ser una traición, una pérdida profunda, un abandono inesperado. Puede ser el final de una relación que lo era todo, la muerte de un ser querido, o incluso la caída de nuestros propios sueños. En ese momento, algo muere dentro de nosotros. Pero también, si estamos dispuestos, algo nuevo puede nacer. La persona que emerge de ese dolor ya no es la misma. Y aunque a veces se vuelve más dura, otras veces se vuelve más fuerte, más compasiva, más consciente. No es debilidad romperse. Es la antesala del renacer. Vivimos en una sociedad que premia la apariencia de fortalez...